En los últimos años, la maternidad subrogada se ha convertido en una vía ampliamente aceptada para las personas y parejas que no pueden tener hijos de forma natural. Sin embargo, la carga financiera asociada a la maternidad subrogada, sobre todo en países como Estados Unidos y Canadá, sigue siendo a menudo un obstáculo importante. El elevado coste de la maternidad subrogada en estos países ha catalizado una tendencia mundial: el desplazamiento hacia la maternidad subrogada internacional.
Gestación subrogada en Estados Unidos y Canadá
Estados Unidos es famoso por ser un destino popular para la maternidad subrogada debido a su avanzada tecnología médica, sus experimentados profesionales sanitarios y un marco jurídico bien establecido que protege los derechos de los padres intencionales (PI). Sin embargo, también es una de las opciones más caras que existen. En Estados Unidos, el coste medio de la gestación subrogada, en la que la madre de alquiler gesta un bebé que no está genéticamente emparentado con ella, oscila entre 125.000 y 200.000 dólares. Esta cifra engloba un sinfín de gastos, como los honorarios de la agencia, los costes legales, los exámenes médicos y psicológicos y la indemnización de la madre de alquiler.
Del mismo modo, aunque Canadá ha obtenido reconocimiento por su modelo altruista de gestación subrogada (las madres de alquiler no reciben más remuneración que el reembolso de los gastos), el coste total puede seguir siendo elevado. Por término medio, los costes, que incluyen honorarios por asesoramiento jurídico, tratamientos de fertilidad y gastos reembolsables para la madre de alquiler, pueden oscilar entre 60.000 y 100.000 dólares. Sin embargo, el coste de la gestación subrogada en Canadá no es el mayor obstáculo del país. El mayor obstáculo es la falta de madres de alquiler cualificadas, que provoca esperas de años.
El impacto de los costes elevados
Los elevados compromisos financieros asociados a la maternidad subrogada en estos países tienen consecuencias inevitables. En particular, limitan el acceso a la gestación subrogada de muchos futuros padres que sencillamente no pueden permitirse estos costes. Esta barrera económica puede provocar una gran angustia emocional y desesperación a quienes ven en la gestación subrogada su única vía viable para ser padres.
Además, los costes prohibitivos han precipitado el desplazamiento hacia la maternidad subrogada internacional. Los PI buscan cada vez más opciones más asequibles de gestación subrogada en el extranjero, en países donde el entorno jurídico permite la gestación subrogada comercial por una fracción del coste.
La aparición de la maternidad subrogada internacional
La maternidad subrogada internacional ha surgido como una opción convincente para muchos PI, impulsada por unos costes significativamente más bajos. Sin embargo, la maternidad subrogada internacional conlleva sus propias complejidades. Cuestiones jurídicas, problemas éticos, barreras lingüísticas, compromisos de viaje y posibles problemas de ciudadanía para el recién nacido son sólo algunos de los retos a los que pueden enfrentarse los PI.
Aunque los costes más bajos pueden hacer que la maternidad subrogada internacional sea una opción atractiva, es importante que los PI sean plenamente conscientes de estos posibles retos. La investigación exhaustiva, la planificación adecuada y el asesoramiento jurídico son esenciales para quienes se plantean esta vía hacia la paternidad.
En conclusión, el elevado coste de la gestación subrogada en países como Estados Unidos y Canadá ha contribuido sin duda al auge de la gestación subrogada internacional. Aunque para muchos esto supone una vía económicamente más accesible hacia la paternidad, también plantea nuevos retos. Abordar la carga financiera de la gestación subrogada es crucial para que esta vía hacia la paternidad sea accesible a todos los que la necesiten, independientemente de sus medios económicos.